viernes, 30 de marzo de 2012

LA ECOAGRICULTURA


Los principios de la ecoagricultura son:
trabajar con los ecosistemas de forma integrada; mantener y mejorar la fertilidad de los suelos; producir alimentos libres de residuos químicos; utilizar el mayor número de recursos renovables y locales; mantener la diversidad genética del sistema y de su entorno; evitar la contaminación a resultar de las técnicas agrarias y permitir que los agricultores realicen su trabajo de forma saludable.
Los cultivos orgánicos existen desde hace 30 años en nuestro país, abarcando una gran extensión de tierras en las cuales se respetan los ciclos naturales de crecimiento de frutas, verduras y hortalizas; obteniendo productos alta de calidad, sin emplear productos químicos de síntesis u organismos genéticamente modificados (transgénicos).
Con éste fin, se crearon dos artículos de ley que dan los lineamientos para la ecoagricultura, dando inicio al Sistema Nacional de Certificación de Productos Orgánicos Agrícolas (La Ley N°20.089 y las Normas Técnicas), vigente desde el 24 de diciembre de 2007; donde se exigen garantías que abarcan los tópicos de producción, proceso, empaquetado y comercialización conforme a las normas ecológicas. Ésta se aplica a los productos procesados vegetales, animales, pecuarios, apícolas y fúngicos (hongos). La idea es que los consumidores que cuidan su salud y que están comprometidos con la conservación del medio ambiente, prefieran los productos ecológicos certificados.
La demanda de estos productos es creciente a nivel nacional e internacional, gracias a esto, éste tipo de producción tiene mejores posibilidades de mercado. Por lo mismo, en el futuro se obtendrán mejores precios para estos alimentos, ya que el recargo actual es de un 20% a un 30%, con respecto a los de producción convencional.
Ecoagricultura es recuperar la agricultura tradicional
La idea es volver a las más básicas formas de producción, recuperando la cultura agrícola, sin alterar los procesos naturales de las especies de cada zona; combinado con los ciclos de cultivo, determinados por el clima y el suelo, con el fin de aprovechar íntegra y sosteniblemente los recursos naturales. Compatibilizar la cultura campesina con los conocimientos técnicos y científicos modernos, tomando en cuenta que los abonos químicos son el principal agente contaminante de las aguas (pues los nitratos alcanzan las aguas subterráneas), mientras que abonos e insecticidas se acumulan en el suelo y envenenan los microorganismos (base de la fertilidad), todo esto es un proceso que va dañando los suelos durante años. Y no debemos olvidar que tanto la fabricación de estos productos químicos como la constante mecanización de las explotaciones agrarias implican un elevado consumo de energía.
Principio
La agricultura tradicional es altamente invasiva y destruye la biodiversidad, ya que ocupa grandes extensiones de tierra que son intervenidas para mejorar su productividad, éstas tierras son tratadas, desforestadas y químicamente fertilizadas, destruyendo los ecosistemas aledaños, dañando a las especies silvestres, que son esenciales para la productividad agrícola; ya que los insectos y animales, ayudan a la reproducción de las plantas­ y contribuyen a la fertilización del suelo y regulan la población de plagas.
La ecoagricultura, término acuñado en el 2000, por Sara Scherr y Jeffrey McNeely, autores del informe "Estrategias de ecoagricultura para ayudar a alimentar al mundo y salvar la biodiversidad silvestre", acuñan el concepto para lograr el máximo rendimiento de los recursos naturales (suelo, agua, espacio y luz), mediante la aplicación de técnicas que respetan el entorno natural.





Beneficios
·                                 Mantiene la fertilidad de las tierras y suelo, evitando los problemas fitosanitarios.
·                                 Permite que se abone naturalmente la tierra.
·                                 Se pueden crear cultivos de dos o más especies diferentes en la misma parcela (por ejemplo, cereales y leguminosas) y éstas se benefician mutuamente.
·                                 Se cultivan especies que crezcan mejor juntas que aisladas y que resulten inmunes a las secreciones de la otra.
·                                 Para la reproducción, se atrae a los insectos polinizadores mediante flores y plantas que germinan en el momento adecuado, asegurando la estabilidad del ph y la estructura del suelo.
·                                 Mejora la vegetación permitiendo crear cubiertas verdes, las que posibilitan una elevada diversidad biológica.
·                                 Se reciclan los elementos nutritivos.
·                                 El control de plagas se hace a través de ciertas flores que son atacadas por los depredadores de los cultivos antes que éstos lleguen a las siembras, por ejemplo, las rosas cumplen esta función.
·                                 Protege a los animales nativos, ya que su estiércol sirve para fertilizar las tierras que no están listas para ser cultivadas, aportando nutrientes y minerales esenciales.
Comercialización
La comercialización de los productos se ha ido incrementando con el tiempo y diversificando los lugares donde se pueden encontrar, la idea es que a través de la sustentabilidad comiencen a bajar los precios. La forma de lograr la penetración en el mercado es que el consumidor sea capaz de diferenciar el producto ecológico con una rápida lectura del etiquetado, en la publicidad o en los documentos comerciales, donde se debe especificar si el artículo de compra en cuestión cumple los principios de "producto ecológico".
Por último, anualmente en la feria de la agricultura, se muestran las mejoras y nuevas técnicas, los terrenos cultivados y se actualiza el catastro con las especies que se cultivan en cada sector, la idea es que esta forma de cultivar y de obtener alimentos se convierta en la filosofía de vida para las personas ecológicamente comprometidas y que con el tiempo se expanda a la comunidad completa

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